Hace algunos días en algunos blogs sobre arquitectura chilenos se ha discutido casi acaloradamente sobre que hacer a raíz de la destrucción del Edificio de la Facultad de Química de la Universidad de Concepción, parte importante del complejo proyectado por el destacado arquitecto Emilio Duhart. Las opiniones discuten una especie de dicotomía entre verdad y falsedad basado en la opción de reconstrucción del edificio original, lo que es visto como un “error fundamental” por algunos críticos de la idea. Leyendo dichas críticas me llamó la atención el uso como argumento de un párrafo extraído de otro texto, pero sin citar la fuente de origen (aunque si está un link), en donde aparecía el término de “falso histórico” (las negritas son mías):
En el mundo del patrimonio artístico se acostumbra a considerar falso histórico el resultado de cualquier intervención tendente a la restitución del aspecto original de la obra, por considerar que “pretende insertarse en ese ciclo cerrado que es la creación, substituyendo al propio artista o suplantándolo”. La traslación de este juicio valorativo al ámbito del patrimonio arquitectónico olvida la diversa naturaleza de los actos creativos que dan origen a las obras de arte y las de arquitectura, lo que provoca perniciosas confusiones.
Así que fui al link (donde encontré la fuente de la cita) para tratar de comprender el sentido del termino “falso histórico” y el contexto en que había sido escrito.
El extracto corresponde a un párrafo del ensayo “Restaurar es reconstruir. A propósito del nuevo monasterio de Sant Llorenç de Guardiola de Berguedà (Barcelona)”. Escrito por el arquitecto Antoni González Moreno-Navarro y publicado en el sitio web Revista Electrónica del Patrimonio (link).
Al leer el ensayo completo, entiendo que la intención del autor difiere del uso dado por el bando de discusión en que ha sido citado el término, por cuanto, según Antoni González, lo falaz es justamente la apelación misma al concepto de “falso histórico” en este tipo de discusiones, siendo otros los términos idóneos utilizados como Reconstrucción, Restauración y Autenticidad. No voy a repetir lo escrito en el ensayo, sino mejor recomiendo leerlo pues me parece un documento muy interesante sobre conservación patrimonial, aunque sin olvidar que se trata de una postura con fundamentos fuertes y no un dogma. A continuación transcribo el abstrac:
La Ley de Patrimonio Histórico Español proscribe la reconstrucción del monumento. La historia demuestra que eso es lo que se hizo siempre al restaurar. Otra cosa es cómo y porqué. La Carta de Venecia nos pide que transmitamos los monumentos con toda la riqueza de su autenticidad. Pero no la define. Un monumento cuyo espacio se perdió ya no es auténtico. La recuperación del espacio puede ser imprescindible para garantizar la autenticidad. Y la reconstrucción, un camino inevitable. La reconstrucción del monasterio de Sant Llorenç es la síntesis de un discurso metodológico basado en estos principios.
Link al ensayo: http://www.revistadepatrimonio.es/revistas/numero1/intervencion/estudios/articulo.php